viernes, 30 de agosto de 2013

CUANDO CORRER AFECTA NEGATIVAMENTE A TU VIDA.


     
   

Los beneficios de hacer ejercicio, especialmente de correr (cuando se hace bien) están científicamente comprobados, por mucho que algunos pseudocientíficos den datos contrarios. Físicamente, se empieza a notar mejoría al poco de haber comenzado a trotar. Los análisis de sangre así lo demuestran. Psicológicamente, también. Y es que no hay que olvidar, por ejemplo, que la recuperación de personas con depresión que practican running es más rápida que la de los que tan sólo se medican o acuden al psicólogo. No obstante, a veces, lo de correr puede tener consecuencias negativas psicológicas, no sólo físicas (lesiones). Y es algo a lo que rara vez se hace mención. Pues bien, la adición ‘negativa’ a correr está tipificada por los especialistas de la salud mental y puede llegar a afectar a la vida social, familiar o laborar de los corredores populares.

 Su incidencia se da casi exclusivamente en corredores populares, aquellos para los que correr es una afición y no un trabajo. Si bien se da más en corredores que entrenan en grupo, también hay incidencia en los lobos solitarios. Otro dato: la adicción negativa a correr es muchísimo mayor en los que llevan pocos años corriendo que en los que llevan más de 5. Aquí, la rápida en esos primeros años y la poca experiencia en lesiones es definitiva.

Una droga llamada endorfina

Endorfina es un término que contrae las palabras endógena, de dentro, y morfina, un tipo de droga. Es, pues, un narcótico del propio cuerpo (Rosenzweig y Leiman, 1982). Así pues, el enganche a correr va de la mayor o menor tolerancia del cuerpo a las endorfinas, sustancia generadas por el cuerpo con el objetivo de detener las señales de dolor que recibe el cerebro. Y no sólo físicas, como ya se ha apuntado antes.

Como acertadamente recuerdan Fermín Plata y Nicolás Terrados en ‘El maratón: aspectos técnicos y científicos’ (1994), una muestra científica es que un grupo de corredores pudieron resistir el dolor de de tres libras de peso un 70% más de tiempo después de correr una milla que antes.

El que cuando no podáis correr, por falta de tiempo o estar lesionados, estéis enfadados e irritables, u os sentáis culpables porque creáis que vais a empeorar vuestras marcas, u os sintáis anímicamente bajos, son síntomas de esa adicción. Otra cosa es cómo todo eso influya en vuestra vida. Y si lo hace de forma altamente negativa, es que tenéis un problema: recordad que sólo sois el mejor de la oficina, campeones de vuestro barrio, medalla de oro de vuestro portal.

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